Si se desea instalar cámaras de seguridad en un colegio o instituto, siempre debe justificarse esa necesidad. Sólo se autoriza la instalación de cámaras de seguridad con el objetivo de controlar o eliminar los casos graves de acoso escolar o episodios de violencia, cuando algunos alumnos puedan correr peligro físico o se podrían producir daños psicológicos importantes. Aun así, hay que tener en cuenta cada caso en particular.
Antes de adoptar la decisión de instalar cualquier sistema de videocámaras hay que valorar los siguientes aspectos para saber si es realmente necesario.
1. Debe tratarse de una medida que verdaderamente pueda conseguir el objetivo que nos proponemos.
2. No existe ninguna otra medida más razonable para conseguir ese mismo objetivo.
3. Es una medida proporcional al daño que pretendemos evitar, es decir, que se derivaran muchos más beneficios para el interés general que perjuicios sobre los bienes o la intimidad a proteger.
Hay que proteger especialmente a los menores, por lo que debemos ser muy estrictos al valorar la conveniencia de instalar un sistema de videocámaras: sólo se puede considerar adecuada una instalación de cámaras de vigilancia cuando no exista ninguna alternativa capaz de conseguir resultados parecidos, pero causando menos perjuicio a los derechos de los menores.
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