La inteligencia artificial ha llegado para quedarse y su influencia en la video vigilancia empresarial es innegable. La capacidad de la IA para analizar grandes cantidades de datos de video en tiempo real ha abierto nuevas posibilidades para mejorar la eficiencia y la precisión de los sistemas de seguridad. Gracias a algoritmos de aprendizaje automático y redes neuronales, los sistemas de video vigilancia pueden detectar y reconocer objetos, rostros y comportamientos con una precisión asombrosa.
La principal diferencia entre una
cámara estándar y una cámara con Inteligencia Artificial integrada es la
identificación de eventos anómalos. En ocasiones, la realidad supera a la
ficción. Si pensábamos que los sistemas de video vigilancia súper potentes se
veían solo en las películas, es porque aún no se conoce de qué son capaces los
más avanzados sistemas de video vigilancia.
Se pueden crear áreas y límites
de seguridad personalizadas para que las cámaras, dotadas con potentes chips de
Inteligencia Artificial y algoritmos de aprendizaje, envíen notificaciones
cuando se traspasen dichas áreas y límites. También permiten realizar una
búsqueda selectiva por objetos, personas, ropa, vehículos de manera sencilla.
Además, el algoritmo IA de
aprendizaje también puede filtrar automáticamente los “ruidos”, notifica los
incidentes que requieren una acción a causa de la contaminación acústica.
Reconocimiento facial
Uno de los mayores atributos de
la Inteligencia Artificial dentro de los dispositivos de video vigilancia es su
búsqueda y categorización en un solo clic. Estas cámaras son capaces de filtrar
rápidamente a las personas en función de una serie de atributos, como las
coincidencias faciales, su color de ropa o apariencia de género. Lo que antes
suponía un gran número de horas buscando determinados clips de vídeo ahora lo
podrás encontrar rápidamente buscando por esos atributos físicos relacionados.
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